EL ORIGEN DEL NOMBRE
PEDRO ARGANDOÑA OTXANDORENA
Las localidades situadas en los valles norteños de la Merindad de Estella carecen de gentilicio debido, en parte a la dificultad articulatoria del topónimo y, principalmente, a la reciente pérdida del Euskara que creaba estos gentilicios con los sufijos -ARRA y -TARRA.
Las posibilidades para denominar a los habitantes de un lugar se reducen al seudogentilicio y al sintagma los de+topónimo. Estos seudogentilicios se crean con la intención de mofarse del pueblo vecino y, normalmente, aluden a alguna característica de la localidad, aunque también pueden aparecer argumentos históricos. Así tenemos que la importante judería medieval de Estella hizo que sus habitantes sean actualmente conocidos como Judíos.
El apodo o seudogentilicio de Iturgoyen tiene unas particularidades que me parecen interesantes plasmarlas aquí. Situada en la ladera sur de la Sierra de Andía, a los habitantes de esta localidad del Valle de Guesálaz se les conoce como Altxirukis (así lo escriben ellos). Aunque no hay tradición oral sobre su significado, una reciente y surrealista interpretación del apodo ha conseguido que frente al creciente desuso de estos seudogentilicios, en Iturgoyen goce de una vigencia inusual: la charanga que forman los jóvenes del pueblo se llama Los Altxirukis, al bar-sociedad lo denominan de igual modo, al igual que las sucesivas candidaturas que concurren a las elecciones locales; de igual forma, las blusas verdes que llevan los jóvenes en las fiestas patronales lucen en sus espaldas la palabra Altxirukis.

Como vemos, los vecinos de Iturgoyen llevan su apodo con gran orgullo y no es para menos ya que explican el significado de Altxiruki como una degradación de Archiduque y sostienen que dicho título les fue concedido, nada más y nada menos, que por Carlos III de Navarra. Esta teoría es muy reciente y para su elaboración tuvieron en cuenta dos hechos históricos difícilmente mezclables.
1.- En la iglesia parroquial de Iturgoyen se conserva una piedra armera con un castillo sobre un puente de tres arcos acompañada de la leyenda: «Armas del lugar de lturgoyen concedidas por Don Carlos Rey de Nabarra. Año 1464». La piedra es del siglo XVIII, y contiene un error de fechas ya que en 1464 ocupaba el trono Juan II. Este error ha hecho que algunos autores duden de la autenticidad de esta concesión real. No obstante, existe la posibilidad de que sean auténticas, ya que estas armas son mas propias de época medieval, similares a las de localidades como Puente la Reina, Tudela o Larraga, que una invención del siglo XVIII.
2.- Ha sido relativamente frecuente la concesión real de hidalguías colectivas a varios valles de Navarra y en diversas épocas: Aezkoa, Larráun, Salazar etc. Eso sí, nunca les fue concedida ni a Iturgoyen, ni a Guesálaz.
Si a todo esto, unimos esa etimología de sonsonete, que hace derivar Altxiruki de Archiduque, ya tenemos el embrollo montado. Además, tengamos en cuenta que el título de Archiduque es totalmente exótico en esta zona, e impensable en una hidalguía colectiva.
Aun siendo consciente de que, quizás, nunca lleguemos a saber su significado, antes de apuntar la hipótesis que me parece más plausible, vamos a tocar tres cuestiones que tienen cierto interés.
1.- La palabra Altxiruki resulta totalmente opaca a través del castellano, por lo que será el Euskara quien nos pueda ofrecer alguna luz. En todo caso, es un apodo que se formó cuando sus vecinos eran vascohablantes, ya que la pérdida de este idioma se produjo a finales del siglo XIX. En el mapa de Bonaparte aparece lturgoyen en la zona de máxima intensidad, por lo que si la formación del apodo fuese posterior, con bastante probabilidad nos hubiese llegado algún indicio de su explicación.
2.- No parece que este seudogentilicio haya sufrido ninguna corrupción, ya que todos los pueblos cercanos a lturgoyen lo utilizan con total uniformidad, (cosa que no ocurre con algunos topónimos comunes a dos pueblos y que se nombran con algunas variantes).
3.- Ya hemos dicho que no hay tradición oral sobre el significado de este apodo, pero tampoco los restos del Euskara que se habló en la zona, nos ofrecen ningún vestigio. Hay otros pueblos cuyo sobrenombre se efectúa con palabras vascas vigentes en el castellano actual. Así tenemos que a los de Riezu se les llama Zumerikas debido a la abundancia de mimbres a orillas del río Ubagua que discurre junto al pueblo. A los vecinos de Muez se les conoce como Txantxotes ya que estos pajarillos (petirrojos) gustan de los juncales que abundan junto al pueblo. En otros casos en que hay dos apodos, uno con palabra vasca y el otro en castellano, ambos tienen en estrecha relación. Por ejemplo a nosotros, de Lezaun, nuestros vecinos nos denominan: Txamarros (en Guesálaz) y Arrastracristos (en Yerri). El apodo Txamarro, viene de txamarra (piel de cabra que utilizaban los pastores para cubrir sus espaldas), y tiene un claro sentido despectivo de rústico, montaraz… A finales del siglo XVIII estaba el apodo vigente, ya que en Muez había una casa llamada Txamarrorena. El calificativo de Arrastracristos se justifica con un cuento, en el que se nana cómo un pastor de Lezaun bajó al pueblo en Semana Santa para, según la costumbre, adorar al crucifijo que se colocaba en el suelo de la Iglesia. Después de arrodillarse y dejar alguna moneda se dirigió hacia la puerta. Un lazo de la albarka estaba suelto y se le enredó en el crucifijo. Creyendo que «alguien» le sujetaba por detrás, el pobre hombre corrió cuanto pudo, asustado por la penumbra de la Iglesia y los golpes del crucifijo contra el suelo. Parece claro que el calificativo de Arrastracristos tiene el mismo valor, de rústico, que Txamarro.

Como vemos, ni el castellano ni el euskara nos están sirviendo de ayuda para desentrañar el significado de este enigmático apodo. No obstante, algún lector ya se habrá dado cuenta, del extraordinario parecido fonético con la localidad zuberotarra de Altzürukü. Tan solo se diferencian en los lógicos cambios fonéticos para pasar al castellano.
A mi parecer, la presencia puntual de gentes provenientes de Altzürukü motivó que los habitantes de los pueblos cercanos a Iturgoyen les cotejaran con ese apodo. Nunca ellos mismos, como pretenden con su derivación de archiduque. Tal vez fueron pastores, quizás voluntarios en alguna de las guerras carlistas (como lo fue Agustín Xaho), quizás tejeros … Puestos a especular, la explicación más atractiva es la presencia temporal de tejeros. Esta presencia de tejeros provenientes de Iparralde, está ampliamente documentada en Navarra. A veces, sin concretar su lugar de origen, se les cita como «francés»… Además, mientras todos los pueblos comarcanos han tenido una o varias tejerías de propiedad concejil, en Iturgoyen no la hubo nunca, por eso han sido abundantes los tejados cuya cubierta se materializaba con lajas calizas, abundantes en el entorno. Naturalmente, en estas últimas décadas ha sido tal la remodelación de los tejados, que las cubiertas de lajas calizas hoy son residuales.
Por todo lo anteriormente expuesto, me resulta sugerente la presencia de tejeros oriundos de Altzürukü en alguna de las numerosas tejerías de la zona, y de ahí el llamar Altxirukis a los de Iturgoyen. Algo así como llamar tejeros a los habitantes de un pueblo sin tejas.
Finalmente, no quiero pasar por alto, la importancia que ha tenido la interpretación ennoblecedora del apodo para explicar la pujanza que ahora tiene. A diferencia del desuso paulatino de estos seudogentilicios, son los habitantes de Iturgoyen los principales impulsores de su apodo que actúa como indiscutible gentilicio de la localidad.